22. hábito, por leo carvajal

 

(para un poquito más de información sobre el proceso detrás de hábito lean esta nota de al dele, o esta de la nación.)


así se ve “hábito”, el libro de fotografías de película de 35mm publicado por leo carvajal, cuando está nuevo.disponible directamente con leo carvajal, precio: 10,000 colones | imagen cortesía del artista.

así se ve “hábito”, el libro de fotografías de película de 35mm publicado por leo carvajal, cuando está nuevo.

disponible directamente con leo carvajal, precio: 10,000 colones | imagen cortesía del artista.

para hablar de este libro no quiero hablar de leo y no quiero hablar de la palabra “hábito”. se me siente muy cómodo tirar conclusiones sobre leo a partir de sus fotografías, al igual que se me siente muy cómodo apoyarme en la única palabra que usa el autor-fotógrafo en el libro entero para buscarle o darle significado a las fotografías que contiene.

sin embargo sé que esas dos opciones son válidas, entonces la purísima verdad no es esa, la purísima verdad es que yo no quiero hablar de ninguno de esos dos temas porque ninguno explica por qué me gusta este libro.

la mejor forma que se me ocurre para entender yo y explicar les por qué me gusta es mediante mi aversión por los selfies.

me cae mal tomarme selfies y casi nunca me gustan los selfies de los demás. personalmente les tengo pavor porque presiento que el yo usarlos eventual e inevitablemente me llevará a sobre-enamorarme de las cosas de yo a las que no debo ni quiero tenerles tanto afecto, y casi siempre me caen mal los selfies ajenos porque en muchos vislumbro precisamente ese tipo de sobre-enamoramiento.

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más allá de los riesgos que le veo al sobre-enamoramiento con uno mismo, los selfies, me gusten o no, reflejan las diversas formas en que podemos acceder a, y hablar sobre el yo que es uno. hay formas de formas para hablar de yo: hay formas de hablar de yo que tienen todo que ver con vos, conmigo, con nosotros, y hay otro poco de formas de hablar de yo que lo único que les concierne es ese YO singular, no el yo de nadie más. cuando del yo se habla de la primera manera, ya sea en canción poesía literatura artes visuales whatever, el yo de uno conecta, el yo de uno siente que acompaña a ese otro yo o que ese otro yo lo acompaña a uno. cuando se habla del yo que tiene que ver con todos, ahí hay lecciones, hay chascos que a mí también me han pasado o que le han pasado a mi amiga o a mi tío, ahí hay humanidad.

cuando del yo se habla de la segunda manera, el yo de uno llega a sentir que la cosa es entre ese otro yo y ese otro yo y que uno no tiene vela en ese entierro, pero al mismo tiempo uno siente que ese otro yo está esperando o necesitando o queriendo que uno presencie y preste atención a su espectáculo consigo mismo, entonces lo que puede llegar a pasar es que después de un rato de interactuar o escuchar o leer a ese otro yo uno se termina sintiendo como drenado o resentido o aburrido.

leo es de hablar de yo para hablar de vos, de nosotros, de su abuela, de mi perro. por eso los selfies de leo no me caen mal.

en el texto que introduce hábito, roberto d’ambrosio escribe que este un libro “personal” y yo concuerdo totalmente. pero ojo con lo personal, ojo con creer que porque hábito es personal es un libro sobre leo. para leo puede que sea un libro sobre leo y eso lo hace para él personal, pero para mí es personal porque la obra entera podría fácilmente ser sobre yo y sobre todas las personas con las que he interactuado; esas dos huellas en la arena podrán ser para leo las huellas de un amor de verano o del amigo que nunca más vio, no sé ni me importa, me importa que para mí esas huellas podrían ser de mi amor de verano o de mi amiga que nunca más vi.

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¿entonces qué es lo que está pasando ahí? tal vez lo que pasa es que cuando las personas generan algo sobre ellos mismos y sus vidas que incluye algún tipo de comprensión de lo que implica o significa ese algo, ese algo le va a hablar a mi yo, a su yo, a nuestros yos. en cambio cuando una persona genera algo para nada más verse a sí mismo reflejado en ese algo, el resultado se limita a la experiencia de ese único yo. también se puede explicar así: la comida va saber a lo que le echás. si le echás sobre-enamoramiento con vos y tus experiencias, a eso va saber. pero si le echás el dolor, la nostalgia, el amor, las risas, la incomodidad, la timidez, la ternura que vos sentiste, a eso nos va saber a nosotros porque nosotros todos tenemos una despensa con las mismas especies, tal vez no en las mismas cantidades, tal vez no todas de la misma marca o el mismo frasco o la misma frescura, tal vez algunas especies yo no las he abierto y vos sí, pero todos tenemos las mismas especies. las fotos de hábito son sobre esa despensa.

tengo este libro hace más de 1 año, tiene la portada rota por culpa de mi sobrino de 5 años y está todo manchado porque el exterior del libro está hecho de un papel blanco mate que todo lo absorbe. mi hipótesis es que esa decisión de usar un papel mancha-fácil fue totalmente a propósito, como para que rapidísimo se vuelva tuyo y así, cada vez que vayas a abrir el libro, lo primero que veás sea una versión de tu yo y así sepás o te acordés que este libro es sobre muchos yos.

les recomiendo adquirir hábito, llevárselo para su casita y hacerle caso a roberto d’ambrosio cuando dice que “hay que manosearlo, dejarlo reposar, y retomarlo para entender…”.

mi “hábito”

mi “hábito”


para adquirir hábito (precio: 10,000 colones), háblense con leo carvajal vía:

instagram: @leocarvajal

facebook: leo carvajal fotografía

http://www.leocarvajal.com/habito-comprar