i. interés


 

“La memoria del horizonte”, impresiones en relieve de lijas, 22cm x 28 cm c/u, 2018

 

en los textos que escriben los artistas y en entrevistas muchas veces pareciera que el artista ya está súper ubicado en sus temas, como si siempre lo ha tenido todo muy claro. pero me imagino que no puede haber sido siempre tan claro…aunque tal vez hay gente que sí, no sé. en tu caso, adonde me decís que te interesa el abandono, el tema de patrimonio, ¿siempre te fue claro que eso era exactamente lo que te llamaba la atención?

siento que siempre fue claro, pero yo no lo podía ver. fue más como una cuestión de intuición. el arte para mí, al menos personalmente, ha funcionado mucho para realmente conocerme. ahora que tengo claro que me interesa el paisaje, que me interesan los espacios, me doy cuenta que desde niño ha sido así. pero cuando yo empecé a hacer arte no lo sabía, solo era algo que hacía.

¿por qué de niño prefería dibujar un interior a dibujar un retrato? creo que son cosas que ya están completamente en tu personalidad, en tu inconsciente. el hecho de que uno vaya siendo fiel a sí mismo, que vayás expresándolo de a poco, eso va confirmándote y reafirmándote tus intereses. el arte puede ser un ejercicio muy personal que te ayuda a responderte cosas a vos mismo, y no quiere decir que yo tenga todas las respuestas ahorita, porque entonces eso quiere decir que ya no voy a producir. lo interesante es eso, que uno siempre esté en desequilibrio, que siempre estés cuestionándote cosas.

pero no, no podría decir que lo tenía claro, y ni siquiera ahorita, puede que realmente lo que me interese sea otra cosa, pero apenas lo estoy empezando a descubrir a través de los espacios. me emociona mucho personalmente, ir descubriendo realmente qué siento, qué pienso y qué me interesa.

desde niño has dibujado, ¿siempre supiste que querías ser artista?

no no para nada. yo sí dibujaba mucho de niño y adolescente, pero nunca pensé tomarlo como una carrera, aparte yo ni siquiera sabía que existía la escuela nacional de arte.

desde niño yo estudié en un colegio católico solo para hombres. siempre fui muy buen estudiante porque era muy obediente. no que era muy inteligente, pero era bien obediente.

a los 14-15 años cuando estaba en tercero básico, que son los últimos grados antes de entrar a la universidad, me entró una rebeldía así de la nada y yo ya no soportaba usar uniforme, ya no soportaba levantarme tan temprano; me entró una rebeldía bien adolescente. entonces ya cuando iba a entrar al siguiente grado donde uno tiene que elegir más o menos qué vas a hacer en tu vida, yo recuerdo que entendía muy bien contabilidad. yo no quería estudiar nada realmente, pero dije, obviamente tengo que estudiar algo. la contabilidad no me gusta pero la entiendo muy bien, entonces elegí esa carrera. pero duré nada más una semana.

eso sí fue un quiebre que no sé ni de dónde me salió porque como te digo, yo siempre había sido súper obediente. pero así fue: empecé a estudiar un lunes y el viernes al volver del colegio le hablé a mi mamá de que yo no podía volver, llorando y todo. luego le dije a mi papá. mi mamá fue como, "ah sí te entiendo", pero mi papá estaba un poco molesto pero me entendió, y les agradezco a los dos mucho esta parte. aparte mi papá ya había pagado la inscripción, la mensualidad, los libros, todo. entonces sí fue una tontada, una cosa muy mala onda. pero de verdad yo no podía volver, era imposible. aparte era un colegio súper conservador, y la gente era bien racista...no sé, pues es como es realmente guatemala.

al rato mi mamá me contó sobre la escuela de artes, y me dijo “¿por qué no te metés? a vos siempre te ha gustado el arte!" y entonces ahí terminé, en la escuela nacional de artes.

¿y qué tal la educación?

es bastante mala, pero me sirvió a nivel personal porque era exactamente lo que yo en esa edad necesitaba: era mixto, estudiaba por las tardes, no utilizaba uniforme, era pública. es un choque bien fuerte estar siempre en lo privado y de repente toparte con toda la burocracia de las cosas estatales.

casualmente en el último año, el centro cultural de españa donó un montón de libros muy buenos. casi que al final eso terminó siendo mi educación, me gradué con un bachiller en arte con especialización en dibujo. también en ese último año el maestro de grabado era uno de los fundadores del taller experimental de gráfica. ellos querían reactivar el área de grabado porque la tenían un poquito descuidada, entonces me contrataron a mí y ya un par de años después me convertí en socio del taller….y esa es la historia de mi vida [se ríe].