FOTOGRAFÍA: Hellen Hernández
El Cuestionario Proust es, según Wikipedia, un set de preguntas que Proust contestó dos veces, la primera en 1890, la segunda en 1896. Esto a continuación es una variación de ese cuestionario (bastante basado en la variación del Cuestionario Proust que tira Vanity Fair) que estamos desarrollando con el fin de generar algo así como un “termómetro” de los tiempos.
SOBRE HELLEN
Hellen es fotógrafa sociodocumental, audiovisualista, y colaboradora en proyectos de artes escénicas, culturales, documentales, de patrimonio y rescate de la memoria.
Entre sus investigaciones actuales se encuentra: “El arte desde lo visible/invisible”, donde explora la fotografía y el videoarte en las artes escénicas de Costa Rica y Latinoamérica; y Nic – Anahuac un viaje a la primer obra teatral El Güegüense, Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.
Ha sido destacada por la Asociación de Fotógrafas Latinoamericanas, con exposiciones colectivas e individuales, y publicaciones en países como México, Argentina, Nicaragua, Cuba, entre otros.
Su trabajo con la imagen surge con la intención de conciliar los caprichos de la memoria, como huellas de un lenguaje codificado que responde a su necesidad de narrar el sentido de las cosas. Un intento de cuestionamiento visual continuo, el encuadre como un tiempo inconsciente; la luz, los retratos, las texturas, los colores, como un mundo irreal y desfasado.
CUESTIONARIO PROUST:
HELLEN HERNÁNDEZ
¿Cuál es su idea de perfecta felicidad?
Ser libre.
¿Cuál es su gran miedo?
La ausencia, y que nos dejen de importar los otros.
¿Cuál es el rasgo que más le desagrada de sí misma?
La poca constancia y que tengo pésima mano para las matas.
¿Y el rasgo que más le desagrada de los demás?
El no cuestionarse.
¿Quién es la persona viva a la que más admira?
Mis padres.
¿Cuál es su mayor extravagancia?
Comprar tantos libros que se van a quedar sin leer.
¿Cuál es su estado de ánimo actual?
La incertidumbre.
¿Cuál considera que es la virtud más sobrevalorada?
La empatía, creo que es un término liviano y poco claro de las responsabilidades que como sociedad debemos asumir.
¿Qué persona viva le inspira más desprecio?
Todo abusador.
¿Cuál es la cualidad que más le gusta en una persona?
La inteligencia, la creatividad, la pasión.
¿Qué palabras o frases utiliza con demasiada frecuencia?
¿En serio?
¡Qué chiva!
Quiero algo dulce.
¿Cuándo y dónde fue más feliz?
Vacaciones de la infancia, tanto que hasta hoy existe una búsqueda de esa inocencia, de paisajes, colores, una especie de pequeñas diapositivas familiares de la memoria que me inspiran.
¿Qué talento le gustaría tener?
Ser chelista.
Si pudiera cambiar una única cosa de usted, ¿qué elegiría?
Escucharme más.
¿Cuál, considera, es su gran logro?
Haber dejado la “estabilidad” para recuperar la fotografía.
Si fuese a morir y pudiera reencarnarse en otra persona o cosa, ¿qué sería?
Un árbol. La posibilidad de pensar menos, sentir/percibir más.
¿Dónde le gustaría vivir?
Utópicamente en una sociedad justa, y dónde preferiblemente el frío le gane siempre al calor.
¿Cuál es su bien más preciado?
Mis ojos, mis recuerdos.
¿Cuál es su rasgo más característico?
Ser proactiva.
¿Con qué personaje histórico se siente más identificada?
Nunca lo he pensado, pero mi vida va llena de mujeres y de hombres que han sido referentes para crecer en lo intelectual y sobre todo en lo personal.
¿Cuáles son sus nombres favoritos?
Luz (nombre de mi abuela, de mi sobrina y lo que siempre ando buscando).
¿Cuál es su pasatiempo favorito?
Escudriñar en el cine, las novelas de suspenso, estar con mis personas favoritas, comer chucherías.
¿Cómo le gustaría morir?
Documentando mi propia muerte, creando desde el miedo, la incertidumbre, y con temor al olvido.
¿Cuál es su lema?
Cuando fotografío expongo lo que llevo dentro, vivo en una constante cirugía a corazón abierto.